"El misterio de la vida no es un problema a ser resuelto, es una realidad a ser experimentada"
- Jose Ignacio Florentin
- 24 dic 2022
- 3 Min. de lectura
Desconozco el origen de este dicho zen pero quisiera reflexionar sobre esto. Muchas veces nos vemos a nosotros mismos como un problema. Nuestra mente constantemente nos está contando historias de nosotros mismos, evaluando lo que hacemos o lo que nos pasa: "hiciste bien", "hiciste mal", "podrías haberlo hecho mejor", "sos malo", "soy torpe", "soy incapaz de...". Estas evaluaciones pueden estar cargadas de emociones, pueden ser positivas o negativas, agradables o desagradables, y sabemos que aquí no termina todo. A la mente le gusta comparar estas mismas afirmaciones según algún criterio, perspectiva, situación, persona o personas: "seguro sos capaz de trabajar en este lugar, pero no sos tan bueno como X","fijate como Juanito, Pedro y Ale hacen esto, están en otro nivel", etc. Si bien estas comparaciones parecen interesantes y hablan de una mente versátil que le gusta relacionar todo con todo, no se contenta con eso nada más. Por último, nuestra mente categoriza "hiciste bien, pero seguís siendo un mediocre", "sos malo y no vas a salir de esta categoría, así es como te van a ver", etc. Así de alguna manera consigue resolvernos el gran problema que es nuestra vida, de alguna manera tenemos que pertenecer en este mundo, hay una historia que refleja exactamente lo que nos pasa, hay un pensamiento que refleja con precisión la solución de por qué hacemos lo que hacemos y por qué nos pasa lo que nos pasa.
Hay un problema con este juego de la mente como narradora de historias, como máquina de evaluaciones y comparaciones: nos quedamos atrapados pensando en las miles historias que continuamente nos contamos (sí, adivinaste, nuestra mente no va a parar de evaluarnos), viendo que historia es la que sostenemos, si son ciertas o no, dejando de lado lo que es importante para nosotros hacer en el momento que tenemos, el presente.
Es en el momento presente es que el único que tenemos bajo control, no podemos volver al pasado a rehacer lo que ya hicimos o vivir el futuro que nos deslumbra por lo misterioso e incierto que es. Es en el aquí y en el ahora que podemos actuar en base a lo que es importante para nosotros, en base a nuestros propios valores. Nuestros valores se encarnan en nuestras acciones que hacemos ahora, no antes ni después de la acción.
Los valores no se consiguen vivir una vez alcanzados ciertos objetivos. Por ejemplo, alguien puede tener el pensamiento de que "una vez que consiga este diploma, ahí recién voy a demostrar que soy capaz y que puede aprender", lo que convierte en su vida en un problema a ser resuelto, por tanto una vez que se alcance este objetivo, recién ahí podrá experimentarla (si es que no se engancha a la siguiente historia que le puede contar su mente: una vez que termines este otro nivel, ahí vas a demostrar que sos capaz). Al tratar de vivir los valores, nuestra acción en este momento encarnará lo que nos es importante, siguiendo el ejemplo, si esta persona valora el aprender siempre de manera constante, el mero hecho de estudiar día tras día es ya estar viviendo lo que es importante para él, es ya estar yendo en la dirección que quiere para él. No tiene que esperar a conseguir algún objetivo para vivir su vida plenamente, sólo necesita experimentar cada acción que hace como un proceso que le lleva a lo que le es importante. Por el camino, se puede equivocar, puede plantearse varios objetivos, pero eso no es lo más importante, si no que está yendo por la dirección que eligió para él.
Desde aquí, la vida es una realidad a ser experimentada, no un problema a ser resuelto. Un proceso constante en donde vamos aprendiendo a medida que vamos haciendo. Así sabemos que vamos a equivocarnos, que podemos hacer siempre mejor o peor las cosas, pero lo importante es que estamos moviéndonos por donde queremos ir. La pregunta que te invito a hacerte para empezar el 2023, ¿cuáles son las direcciones valoradas en tu vida y si te estás moviendo por ahí sin convertirlo en "un problema que tengo que resolver" o "una historia que tengo que sostener"?
Comments